El proyecto nace entorno al gran vacío que es el patio central. Es un patio que se configura con sonido del agua de sus fuentes, un patio con  porches-galerías que recorren los alzados más soleados y que sirven de protección de nuestro clima, es un patio con palmeras que conversan con las existentes en las fachadas exteriores de las dos Malvasías y, sobre todo, es un patio que se recorre a caballo o en coche de caballos. Sus dos entradas enfrentadas con portones de grandes dimensiones, y situadas en sus dos alzados principales a C\Sanlúcar y trasero a las Marismas permiten recorrer interiormente la “casa” como si se tratara de un patio de operaciones de las casas rurales del campo Andaluz. El patio es un lugar vividero, tranquilo, un silencio sonoro del agua, pero en El Rocio también puede y tiene que participar de lo que pasa en la calle, de su bulla.

Y este, para nosotros, ha sido el hilo conductor del proyecto. Es un Hotel cuatro estrellas que nace como “una buena casa de El Rocío”.

El patio, la belleza de lo no construido, el espacio que se conforma con sus cuatro alzados diferentes; el alzado del edificio para los eventos algo más bajo y sin huecos que distorsionen los dos alzados de habitaciones interiores, uno, el más urbano, rematado con cubierta de teja a dos aguas y el otro rematado con pretil de la cubierta plana dónde proyectamos una piscina-alberca que en su línea de agua se confunde y da continuidad a la lámina de agua de las marismas. El cuarto alzado, al recoger la escalera y el ascensor que lleva a la cubierta, se convierte en el elemento “torre” del proyecto y que mira a su homóloga, la Torre de la Malvasia I.

En su interior cabe destacar el salón dedicado a los eventos. Está resuelto como una gran nave con cubierta de pares y cerchas de madera a cuatro aguas con cumbrera a 11 metros de altura. Dentro de este gran espacio se proyecta una entreplanta salón-estar del hotel con acceso desde primera planta y por escalera de caracol desde planta baja.

Esta zona de menor altura en planta baja se convierte en zona de desayuno y comidas de la Malvasía II y da acceso directo a la cocina y zona de servicio del hotel. Exteriormente, en la fachada principal a C\Sanlúcar, se proyecta el porche privado tan característico en las casas de El Rocío. La fachada a las Marismas reproduce los huecos de la Malvasía I de tal forma que entre ambos hoteles se crea un nuevo espacio-plaza mirador a las Marismas.

Para el proyecto gana especial relevancia el alzado lateral del salón de celebraciones. Es un alzado totalmente ciego sin ningún hueco, que nos recuerda a las fachadas blancas y mudas  de cualquier hacienda o cortijo de Andalucía y es además, con sus sutiles molduras, un guiño a las bodegas Jerezanas, origen de sentimientos de la promotora del proyecto. Al pasar por la calle estrecha que separa la Malvasía I y la II, esta fachada ciega no quiere competir con la fachada principal de la Malvasía I que gana todo su sentido y presencia al no verse distorsionada por nada. La propiedad utilizo este lienzo blanco para instalar dos altos relieves de la Virgen del Rocío y del escudo de la Ciudad de Jerez.

El diálogo entre la Malvasía I (proyecto que rehabilitamos y reformamos para pasar al Hotel 4 estrellas que es hoy) y la Malvasia II crea este nuevo espacio que deja de ser trasera de estas manzanas de casas de El Rocío para convertirse en un lugar principal, recuperando las vistas sobre las aguas de las Marismas.

LA SOSTENIBILIDAD DE LO CONSTRUIDO

A pesar de la proximidad a las marismas y de un nivel freático muy alto, se construye un sótano de instalaciones que nos permite dejar básicamente las cubiertas libres. Se proyecta un sistema de Climatización con condensadoras de Volumen de Refrigerante Variable inverter y aerotermia. Esta aerotermia se utiliza para la climatización y para la producción de agua caliente sanitaria y circuitos de radiadores secadores de baño o suelo radiante del salón-estar situado en la entreplanta del salón principal. Cada espacio climatizado con su máquina individual puede trabajar en régimen de frio o calor según desee el usuario y en todas las estaciones del año

Para mejorar la confortabilidad de las habitaciones del hotel tanto al exterior como entre habitaciones, además de utilizar los acondicionamientos acústicos para reducir la transmisión del ruido aéreo y de impacto, se han utilizados carpinterías de madera de Iroco perfil europeo con vidrios bajo emisivos, control solar, doble butiral silent y cámara de 16mm. Esto hace que el conjunto sea de una lata eficiencia tanto acústica como térmicamente. Toda la ventilación del hotel está controlada por unidades UTA (Unidades de tratamiento del Aire) que en el caso del salón de eventos están controladas por detectores de CO2. Por último destacar que toda la iluminación de las zonas comunes del hotel está controlada según el caso por detectores de presencia, sensores crepusculares y relojes astronómico.